miércoles, 21 de abril de 2010

Dibujos animados, condones animados

Hoy toca post cachondo, en el sentido cómico y en el sexual. Tenía pensado incrustar el vídeo, pero tendría que activar la advertencia de contenido adulto al entrar en La Gruta, y no me apetece mucho. Así que aviso desde aquí: CONTENIDO PARA MAYORES DE 18 AÑOS.

lunes, 19 de abril de 2010

Una semana de locos

En la entrada anterior hablaba del tedio que produce la rutina. Pues por si se me ocurría quejarme, esta semana pasada ha sido de locos.

Veamos:

Lunes: varias horas haciendo cola y esperando en la oficina del INEM para darme de alta como demandante de empleo y solicitar el subsidio.

Martes: me entero por una conocida de que su empresa de externalización de servicios busca candidatos para una oferta de empleo.

Miércoles: esta empresa me llama para concertar una entrevista al día siguiente.

Jueves: entrevista en grupo de selección de candidatos (candidatas, en este caso) para una importante aseguradora. Labores de administración, backoffice y tramitación de siniestros.

Viernes: entrevista personal en la sede de esta aseguradora para conocer mis futuras labores como trabajadora.

Sábado y Domingo: escapada al chalet en la sierra para celebrar el 18º cumpleaños de mi cuñada y ejercer de "adulto responsable".

Si es que cuando yo digo que me aburro es porque quiero... xD

jueves, 8 de abril de 2010

Ahora, ¡duerme!

Hay personas a quienes la rutina les aporta seguridad; a otras les provoca tedio. Yo me sitúo en un término medio.

Ayer, un amigo celebraba su cumpleaños, y para hacer algo distinto nos convocó en la Sala Houdini.
El local tiene una decoración extraordinaria. Carteles antiguos, objetos usados por magos, gárgolas, víctimas enjauladas, cuadros que te siguen con la mirada, autómatas que sacan conejos de su chistera, e incluso un baño al que se accede abriendo un ataúd. Un lugar oscuro, siniestro y lleno de embrujo. Permite que te sumerjas en el ambiente de prestidigitación y mentalismo de las actuaciones que vas a presenciar después.

Éramos un grupo grande y eso nos permitió disfrutar de una primera parte del espectáculo casi como VIPs. Nos acomodaron en una sala pequeñita, como para unas 25 personas apretadas (se agradecía el calor humano porque era un poco fresca), y con media mesa (sí, un semicírculo) al frente, tras la que se sentaría el mago.

La sesión comenzó con micromagia: objetos pequeños, movimientos de manos y bocas abiertas pues en este caso, aunque lo ves, no lo crees. El encargado de este espectáculo era un reputado mentalista e ilusionista, Pablo Segóbriga, director de la sala a su vez. Contaba con unas manos ágiles, un discurso cómico y la capacidad de adivinar las cartas elegidas por el público, aconsejar "cartománcicamente" y doblar cucharas con la mente. Asombroso, increíble. Un maestro.
Segóbriga dio paso a Arsenio Puro, o El Camarero. Tan pronto te hacía magia de mesa como te servía una copa en la barra del bar.

Un descanso para comentar las jugadas, y acomodación en el salón grande con el escenario principal.
Un par de "magos" (se les veía el plumero) para matar unos minutillos iniciales, y aparición de Segóbriga en el escenario. Tocaba sesión de mentalismo e hipnosis. La verdad es que esta parte era la que más llamaba mi atención.
Pidió voluntarios, y TaniT, no contenta con haber intervenido en las dos sesiones anteriores (la vergüenza para nada sirve, y para todo estorba), allá que se subió.
Es en este punto donde debo pedir a todo aquel que quiera permanecer "virgen" que abandone la lectura, pues los resultados, aunque sorprendentes, también pueden resultarle decepcionantes.



Seríamos unas 15 personas en el escenario, y no todos "servíamos" para la hipnosis. Era necesario hacer una criba de sugestión.
Nos propuso un ejercicio en el que tras relajarnos, debíamos colocar los dorsos de las manos en la frente e imaginar que un tornillo las atravesaba y un bote de pegamento se derramaba sobre ella, fijándolas a nuestra cabeza. El test era sencillo: si al contar 3 tus manos se despegaban, no eras válido.
Yo me quedé. Sentía que algo las mantenía unidas, pero tampoco puse demasiada fuerza para separarlas, para qué engañarnos. Ésta podría ser una conclusión anticipada de todo lo que vendría después, era un 50/50 de hipnosis (sugestión) y voluntad propia por seguir con el espectáculo.

Nos quedamos 7: 3 hombres y 4 mujeres. A cada uno de nosotros nos iba durmiendo mirándonos fijamente a los ojos y con un pequeño toque en la frente. Caías a plomo al suelo. Mi sensación: sí que notabas un decrecimiento veloz de tu fuerza.
Tumbados escuchábamos su voz que nos guiaba en una regresión a nuestra infancia pasando por los 15, 10, 5, 1 año y 6 meses de gestación, para después nacer, chuparnos el dedo, y mantenernos en los 5 años. Este fue el momento que más me impresionó, porque si bien yo era consciente de lo que sucedía todo el tiempo, aquí sí que sentí algo poco lógico. Mis ojos se comportaban como si hubiese entrado en fase Rem, se movían a toda velocidad mientras las imágenes se agolpaban en mi cabeza. Yo percibía las vibraciones de mis párpados.
En este punto nos despertaba y hacía un par de preguntas sobre nuestra infancia a cada uno. Después, toquecito en la frente, y a dormir de pie.
Aquí nos daba unas instrucciones distintas a cada uno. Dos saltaban y otro olía su peste al hacerlo, una aplaudía, otra añadía a la semana "Zumbalón" después del Domingo, otra cambiaba de nombre y yo olvidaba el número 9, para mí no existía. "7+2=8 y 3x3=10" me dijo, y eso fue lo que se quedó en mi mente. Cuando me despertó buscaba provocar que yo pronunciase el número 9, pero mi mente estaba concentrada en las órdenes anteriores. Me hizo contar los dedos de uno de los hipnotizados (y que tenía cara de medio estar en Babia, medio estar acojonado), y por supuesto, contaba 11, porque del 8 pasaba al 10. Admito que los aplausos, las risas y las expresiones de asombro del público fueron un halago para mi ego de actriz amateur.
Volvemos a dormir. Hipnotiza a 3 de los participantes convenciéndoles de que no volverán a fumar más que después de las comidas.
Despertamos y volvemos a la realidad. ¿Y qué se siente entonces? Una profunda relajación, un bajón de fuerzas al 10% de lo habitual, un cierto estado zen,... y ganas de comentar la experiencia con los demás.





De los tres del grupo que intervinimos, dos coincidíamos en las sensaciones experimentadas y el 50/50 del que hablaba al principio, y el otro sí que parecía haber alcanzado un trance más profundo. Aunque lo de no fumar más con él no funcionó, porque fue lo primero que hizo al salir de la sala.
Algunos se quedaron charlando con Segóbriga, y según me han dicho, les comentó que yo, junto con el muchacho al que conté los dedos, fuimos los más involucrados, los más receptivos a la hipnosis. Cómo serían los demás...
Con esto no quiero restarle mérito al mentalista, porque creo que lo que hace (y lo que consigue con algunos) es impresionante. Lo repito, es un maestro. Me gustaría repetir la sesión otro día, para comparar.

Conclusiones:
- El ser humano es altamente sugestionable; Cree lo que quiere creer.
- Los hay que le echamos morro a la cosa, y encima somos convincentes.
- Si me hubiese perdido esta experiencia, sé que me habría arrepentido.

- ¿Lo recomiendo? Sí.

Erotismo

Erotismo.

(Del gr. ἔρως, ἔρωτος, amor, e -ismo).
1. m. Amor sensual.
2. m. Carácter de lo que excita el amor sensual.
3. m. Exaltación del amor físico en el arte.