domingo, 27 de diciembre de 2009

Perlas en La Gruta I

Inauguro con éste un grupo de posts que publicaré acerca de perlas lingüísticas, tanto propias como de mi entorno, y citas de libros, películas, etc.

Hoy hablo del libro Brooklyn Follies, de Paul Auster.





- Prefiero mil veces un granuja astuto que un beato inocentón. El granuja quizá no actúe siempre conforme a las normas, pero tiene temple. Y mientras haya un hombre de temple, habrá cierta esperanza para el mundo.

- Cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir.

- En aquellos momentos no se imaginaba sus consecuencias, no tenía ni idea del torbellino que había desencadenado. Como la muñeca de Kafka, creyó que simplemente iba a cambiar de aires, pero cuando salió de una carretera y tomó otra, la Fortuna tendió inesperadamente los brazos a nuestro muchacho y lo transportó a un mundo diferente.

- Cualquiera que lo oiga, diría que estamos viviendo en Yugoslavia.
- Ya, sé a lo que se refiere. A cualquier imbécil le da por defender un territorio, y que se vaya preparando todo el que no sea de su tribu.

- Uno puede hablar con Dios y confiar en que te escuche, pero a menos que tengas el cerebro sintonizado con Radio Esquizofrenia las veinticuatro horas del día, no pienses que va a contestar.

- Y, sin embargo - ¿qué puede haber más misterioso en la vida humana que ese sin embargo?-, nos entendíamos de maravilla.

3 comentarios:

  1. Gracias por el compendio de grandes frases del libro.

    Hasta la fecha no había leído nada de P.Auster por lo que tu entrada bloguera ha servido de aguijón instigador: ya tengo el libro junto con otros veinte de su bibliografía a mi disposición.

    Te contaré.

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  2. Joe, me tomo lalibertad de recomendarte incluir también en tu "ebookteca" el libro de Jorge Bucay, "Amarse con los ojos abiertos". Doy fe de que practicas la psicología, lo cual es un punto a favor de que te guste el libro, pero es que además la historia que cuenta puede resultarte familiar... Si lo lees, ya lo comentaremos ;)

    Saludos pirata ;)

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  3. Tras leerlo, (no sé exactamente si es un artificio bien pergeñado por el autor o mi más trasnochada imaginación), he terminado identificándome con el narrador en cuanto a ideales y comportamientos en un alto porcentaje.

    Creo que será un "autor de cabecera" finalmente (de esos que te lees todo lo que escribe), por lo que aparcaré al bueno de Stieg (muy sueco para mi gusto) y, siguiendo de nuevo tu acertado consejo, echaré un vistazo a Bucay.
    Lo del vistazo es porque tengo pendiente la lectura de los ensayos de Montaigne que no querría retrasarla mucho.

    Besos.

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