jueves, 3 de junio de 2010

Somos mentalmente promiscuos

No sé de dónde salió este texto, pero lo cierto es que estaba en mi ordenador y que está lleno de verdades:

"Somos mentalmente promiscuos, instintivamente polígamos. Vemos un cuerpo atractivo y nuestra mente empieza a desnudarlo, a besarlo, a follarlo. No podemos resistirnos. Entonces tanteamos, sopesamos las distintas variables y decidimos, codiciados por un fervor ancestral, si debemos intentar materializar ese pensamiento o bien dejarlo en su naturaleza intangible. La mayoría de ocasiones no sobrepasa las fronteras de nuestra imaginación: “el otro no accederá” o “qué pensará de mí” o “demasiado esfuerzo” o “tengo pareja”. Pero sea cuál sea el motivo que marca la diferencia entre deseo y acto, una parte de nosotros ha practicado el sexo con ese cuerpo atractivo, ha recorrido su geografía, ha sorbido su erotismo.
Somos pues mentalmente promiscuos e instintivamente polígamos. Pero ese no es exactamente el problema, sino la perpetua infidelidad mental que esto conlleva cuando uno vive un romance. La infidelidad mental, onírica, intangible es inevitable, por lo que la búsqueda de su homóloga material parece absurda. La persecución a ultranza de la monogamia es incoherente porque nuestra propia condición nos lo impide. Reprimimos nuestros instintos sexuales en la vida real, sí; pero con ello potenciamos el fervor de los sueños, la tentación de lo prohibido, el poder de la fantasía.
Somos mentalmente promiscuos, pero lo peor de todo es que somos totalmente incoherentes."


3 comentarios:

  1. Y nos diferencia de los animales:

    -Instintivamente comeríamos sólo lo que más nos gusta.
    -Instintivamente iríamos desnudos.
    -Instintivamente mataríamos a nuestros enemigos.
    -Instintivamente satisfaríamos al sistema límbico a todas horas.

    El quid de la cuestión es que somos los seres más programables del vasto elenco animal, por lo que la deseada promiscuidad así como el resto de pulsiones animales, son supeditadas a nuestra alienación, necesaria para nuestro desenvolvimiento en sociedad.

    Realmente, a mi parecer, somos unos simples "animales persuadidos".

    Besos. Aunque realmente querría retozar contigo en la cama (como promiscuo latente que somos todos).

    P.D: Espero que tu pareja no lea esto, no sería socialmente comprendido, no le des mi dirección... XP

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  2. Wooow! con el comentario de Joe, heee??

    Si, creo que todos somos mentalmente promiscuos, pero importa eso? daña a alguien o solo nos hace mantener activa la imaginación y los buenos deseos para expresarlos con la pareja amada?

    Tanit, me has dejado con varias reflexiones en mente.

    Besos!

    D

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  3. Joe, los dictamentes del Edén creo que nos pasan demasiada factura. De ahí que necesitemos los sueños y fantasías para liberar esas pulsiones que cohibimos en la vida real (Freud estaría orgulloso).
    Vaya un arrechuchón para ese lado de la Península ;)

    D., ya sabes, Joe nos tiene locas a todas! jejejeje. Es un Don Juan :P
    Me temo que a veces sí que hay algo de malo. Hay veces que te sientes mal contigo mismo por fantasear/soñar con cosas fuera de las convenciones sociales, o incluso por ser "infiel" de esa forma a tu pareja. No tiene ningún sentido, puesto que escapa a nuestra voluntad, pero he ahí lso efectos de la alienación de la que nos hablaba Jon...

    Espero que aparte de reflexiones haya hecho que se te vengan más cosas a la mente... :P


    ¡Besos!

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