lunes, 17 de agosto de 2009

Un tigre en la jungla de asfalto


Hoy he visto a Sandokan. Realizaba estiramientos frente a una escuela de baile oriental. Demasiado calor para llevar camiseta, debió pensar. Ignoraba el que nos provocaba a nosotras cuando pasábamos a su altura y no podíamos evitar mirar de forma más lujuriosa que admirable esa piel canela brillante por el sudor, esa melena negra y abundante, y esos ojos negros tan profundos que no necesitaban khol para remarcarlos, tan profundos como el Tigre de Malasia que cruzaba los mares al mediodía cuando yo era niña y encendía el televisor.

7 comentarios:

  1. OMG...!!! aahhhhh desde que era cachorra esa mirada tenia y tiene el poder de bajarme las bragas...!!!

    ResponderEliminar
  2. pero no era esto un blog serio? ya tubo que poner porno JAJA

    ResponderEliminar
  3. ipuruk tiene razon.retiro lo dicho.solo dire que "que bueno es traer reminiscencias de mi despertar al erotismo de la mano de emilio salgari y gracias al imponente fisico que se gastaba el sr kabir bedi personificando a mi amado sandokan.."

    ResponderEliminar
  4. Qué fina eres anita jajajajaja.
    Como si nos fueramos a escandalizar ahora por estas cosas, Ipuruk. Qué inocente eres... :P

    ResponderEliminar
  5. segun los politicos: no es lo que se dice, es "como" se dice....:))

    ResponderEliminar
  6. será que soy tio, pero sandokan me pone -1 jajajaja y si fuera tia no se , esas greñas, con tanta barba xDD

    ResponderEliminar
  7. Ahí está la gracia, Rubio . Que esas pintas de malo pero bueno, de descuidado, de salvaje, de puro instinto... alimenta nuestras fantasías de sexo salvaje!!! jajaja

    ResponderEliminar