sábado, 10 de octubre de 2009

Seudocensura televisiva

Leo en la edición digital de un periódico nacional que se va a prohibir por ley la emisión en abierto de pornografía y anuncios de contactos y juegos de azar en la televisión. Quieren que sólo se permita en codificado y en un horario más restringido.
La razón: un estudio afirma que un considerable porcentaje de niños entre 4 y 12 años ven la televisión pasadas las 10 de la noche. Esto hace que sean susceptibles de hacer zapping y ver algún canal donde se esté emitiendo este tipo de contenidos no apropiados para ellos.
Y digo yo: ¿qué pinta un niño de esas edades frente al televisor a esas horas? ¿No será que el problema no es de la programación sino de los padres? Ojo, que yo siendo maestra soy la primera en defender a la infancia y la protección que se merece, pero es que esta medida me parece injustificada.
La responsabilidad es de los padres. A esas horas el niño tenía que estar ya en la cama, o como mucho leyendo o viendo, si acaso un DVD con una película infantil si le cuesta coger el sueño. O se programa la función de control parental en la guía de canales, que tampoco es tan descabellado.
Pero claro, volvemos a lo de siempre: aquí la educación de nuestros hijos acabamos encargándosela a cualquiera con tal de estar nosotros más relajados y sin oírles berrear.

Me veo achinando los ojos para intentar adivinar qué parte de la anatomía es la que cubre la nievecilla de la pantalla de la televisión, y perdiéndome a esas geniales presentadoras de programas en los que hay que acertar la palabra oculta en una sopa de letras o el error en un mosaico de fotografías... Ains, cuánto talento desperdiciado y cuánta chica neumática va a ir al paro...

1 comentario:

  1. El problema son los términos.

    Al concepto "padre" se le atribuye responsabilidad y obligación, cuando sólo las ejercitan una pequeña parte de ese colectivo. Asimismo, al "Sistema Educativo" se le asigna erróneamente la cualidad íntegra de una simple párticula de su expresión: Educación.

    La realidad es que no existen padres en la práctica (progenitores a lo sumo), y tampoco más educación que la que inculcan los que más empeño invierten en hacerlo: los mass-media y el grupo de amigos.

    Las masas son movidas, por tanto, "cinéticamente" con prohibiciones y sugerencias dejando poco a la libertad.

    ¡Prohibamos la pornografía en horario (posiblemente) infantil! ¡Es más grave que los niños posean una deformada visión de la sexualidad que los padres se comporten responsablemente como tales! (Hay que joderse)

    Un saludo.

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